De alguna manera mis celos, mi orgullo y mi gran ego, me habían hecho verla como insignificante. Desde que la vi por primera vez me había parecido vulgar en su forma de vestir, con cara corriente y demasiado simple. Trataba de ignorarla, me daba pena que en su ausencia, él me siguiera buscando, siempre él tenia ese libido que hacia olvidarme que no eramos compatibles en ningún otro plano. Me olvidaba de ella cuando estaba con él, porqué se había convertido en una competencia personal y anonima frente a esa vulgar, aunque ella no lo supiera, aunque fuera una vez al año. Para eso me aseguraba que el se diera cuenta que yo le seguía gustando, y provocando aún después de años, así como él siempre me demostraba su disposición, era uno de los mejores amantes que había conocido en mi corta vida sexual. Ayer cuando escuchaba a ella hablar por más de cinco minutos me di cuenta que era una buena persona, que si yo la hubiera conocido en otras circunstancias sería quizá mi amiga, o una buena compañera de trabajo. Me seguía dando pena pero al pensar que la ánimaba a seguir con él, llevaban muchos años juntos, ella quería casarse pero él por miedo no quería compromisos, incluso le tenía prohibido embarazarse, él era un total machista! y un miedoso porque ya tenía un divorsio y un hijo que no veía, por eso en otras circunstancias jamás hubiera ni siquiera volteado a ver Ella es madre soltera, con sueños, con amor hacia él ya que se desvivía por atenderlo, ¿era sólo por sexo? yo sabía que él era bueno en eso, pero ya eran demasiados años, para que sólo estuviera "enculada" con él, ella pensaba en el futuro pero no tenía ninguno con él. Me dio pena pero esta vez no desde mis celos, sino como género, como humano, como la amiga que nunca seríamos, y nos sentaríamos a platicar y le diría: ¡wey no te hagas pendeja, salvate ahora que puedes", ya no le des más años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario