domingo, 4 de agosto de 2013

Una de tesistas

 
Definitivamente yo estaba destinada a ser desprendida de la comida y de los lujos, quizá muera de inanición, sin fama, con pocas pertenencias y con algunos vicios, ya estaba destinada a que sólo sería una observadora del mundo, que en algún momento me pelearía con la sociedad, con lo establecido y con las personas cuadradas, no sé cuando fue que eso se definió, no sé si es predeterminado, es genético o es terquedad, no lo sé y nunca me avisaron, pero daba igual, sólo era la posibilidad de la historia o de la filosofía, no había más, daba lo mismo, ya estaba destinada el ser desprendida y trabajar el desapego. Ya estaba destinada, que estaría aún haciendo correcciones de tesis a las 01:11 am. de una tesis que me ha llevado años, mientras que si hubiera estudiado otra carrera, sólo hubiera necesitado algunos meses o quizá un año, porque para eso también se tiene que ser desprendida, del tiempo, de la sociabilidad y de la opinión ajena, desprendida porque algo se desprende para escribir un estado, desprendida de la cordura y del éxito que nos venden, desprendida de una vida tradicional, pero de lo que aún no me puedo desprender es del sueño.